lunes, 31 de octubre de 2011

Casta Blanca

CASTA DE LOS INICIADOS
 
   La primera de las Castas altas está compuesta por los supuestos representantes de los Reyes Sacerdotes en la sociedad Goreana.

Se tienen por la más alta de las castas, y en cuantiosas ciudades se les considera así normalmente.
(Los Intrusos de Gor, cap 2)

     Es una casta poderosa, con grandes recursos económicos y políticos. Esto hace que, en ocasiones, quieran intervenir sobre la vida de los seglares más de lo que corresponde a lo meramente religioso, surgiendo tensiones entre el poder religioso y el civil.

Disponen de numerosos monasterios, recintos sagrados y templos. Un iniciado puede muchas veces recorrer cientos de pasangs y pernoctar siempre en una casa de iniciados. [...] A menudo se producen tensiones entre ellos y las autoridades civiles, ya que cada uno se juzga soberano en las cuestiones de política y jurisprudencia de su región.
(Los Intrusos de Gor, cap 2)

  Son los responsables de guiar la vida espiritual de los Goreanos a través de sus rituales y plegarias a los Reyes Sacerdotes.

"según referencias de los Iniciados, que se consideraban intermediarios entre los Reyes Sacerdotes y los hombres"
(Guerrero de Gor, cap 2)

  Se consideran superiores a todas las demás castas, por encima del resto de los mortales en sabiduría, cultura y privilegios.

Ordinariamente, su cultura tiene, sin duda, poco valor práctico; se centra en las autorizadas exégesis de textos dudosos y difíciles, que se pretende son las revelaciones de los Reyes Sacerdotes; los detalles u observancias de sus propios calendarios, susinterminables y enrevesados rituales y demás. Pero, paradójicamente, este tipo de estudios, por faltos de sentido que parezcan, tienen un sutil aspecto práctico, pues conducen a fusionar a los iniciados, a hacerlos interdependientes, y en gran medida distintos de los hombres comunes. Los sitúan aparte y los hacen sentirse importantes y sabios, y especialmente privilegiados. Existen muchos textos, claro está, que son secretos para la casta, y ni siquiera asequibles a los eruditos. Se dice que contienen maravillosos ensalmos y poderosa magia, en particular si se leen para atrás en ciertos días festivos.
(Los Intrusos de Gor, cap 2)

  Tienen a acrecentar estas diferencias respecto al pueblo mediante una vida, al menos en apariencia, ascética. Son sobrios en el vestir y el comer y, por supuesto, célibes. Hacen uso del Goreano Arcaico en sus ceremonias y al hablar entre ellos, distanciándose aun más con esta práctica del vulgo.

Los Iniciados no comen carne, ni judías. Están versados en misterios de las matemáticas. Conversan entre ellos en goreano arcaico, lengua que la plebe ya no habla. Sus ceremonias se ofician asimismo en este lenguaje. Algunos fragmentos sin embargo, se traducen al goreano contemporáneo.
(Los Intrusos de Gor, cap 2)
 
   Esta aparente superioridad, sin embargo, es motivo de velada burla por parte del resto de clases altas y personas instruidas que, si bien en público les muestran respeto, en privado los consideran poco más que farsantes. Las castas bajas y menos instruidas, sin embargo, muestran temor y respeto sincero ante estos supuestos representantes de los Reyes Sacerdotes.

En tanto que las castas altas no suelen tomar muy en serio a los iniciados, ni tampoco los miembros más inteligentes de la población, excepto en cuestiones de alianza política, sus doctrinas y su presunta capacidad de interceder con los Reyes Sacerdotes y fomentar la prosperidad de sus partidarios sí que son vistas con respeto por muchas de las castas inferiores. Y numerosos hombres, quienes sospechan que las pretensiones de los iniciados son imposturas, evitarán, no obstante, enzarzarse con la casta. Particularmente, esto es peculiar de los dirigentes civiles, que no desean que el poder de los iniciados vuelva a las casta inferiores contra ellos.[...]
El goreano común se inclina a proceder con prudencia y respetar a los Iniciados. Frecuentemente, empero, mantendrá con ellos el menor contacto posible, lo cual no significa que no colabore en sus templos y participe con dádivas para aplacar a los Reyes Sacerdotes.[...]
Pese al temor que suelen suscitar en las castas inferiores, a los iniciados se les considera un tanto raros y suelen figurar en los burlones chascarrillos del vulgo.
(Los Intrusos de Gor, cap 2)

  Muestra significativa del ego desbordado de los iniciados y de la importancia que se atribuyen a sí mismos es su creencia, no compartida por el resto de goreanos, de que solo los miembros de su casta son dignos de alcanzar la vida eterna. Siendo como son célibes, huelga decir que ninguna mujer puede pertenecer a esta casta.

Es una enseñanza de los iniciados, dicho sea de paso, que sólo los de su casta pueden alcanzar la vida eterna. Nadie, a excepción de ellos, posiblemente, se la toma muy en serio. Por lo corriente, los goreanos opinan que no hay razón alguna por la que sólo los iniciados debieran de vivir eternamente.[...]
Ninguna hembra, eventualmente, puede convertirse en Iniciada. Ello comporta, por tanto, que ninguna mujer puede alcanzar la vida eterna.
(Los Intrusos de Gor, cap 2)

Se rumorea que algunos tienen la habilidad de invocar la ira de los Reyes Sacerdotes, en la forma de "llama mortal", sobre aquellos que cometan actos blasfemos o conspiren contra los Reyes Sacerdotes.



"en este mundo la religión es un tesoro guardado con celo por la Casta de los Iniciados, que en pocas ocasiones permite la participación de miembros de otras castas en sus sacrificios y ceremonias."
 (Guerrero de Gor, cap 3)


los códigos de las castas no permiten que los Iniciados porten armas; tampoco se les permite herir o matar; por lo tanto, para cumplir esos propósitos necesitan contratar a otros.
 (Asesino de Gor, cap 16)






 VESTIMENTA DE LA CASTA

   El color de su Casta es el blanco. Suelen vestir con túnicas y llevar la cabeza afeitada.

un miembro de la Casta de los Iniciados, un hombre de expresión agria y labios finos, los ojos muy hundidos, ataviado con la túnica blanca de su casta.
(Los Reyes Sacerdotes de Gor, cap 2)
 
Me pregunté si las cabezas afeitadas, tradicionales durante siglos en los Iniciados,[…]
(Los Reyes Sacerdotes de Gor, cap 33)

* Las imágenes mostradas no son reales y obedecen a nuestra libre interpretación de las descripciones hechas en las Crónicas de la Contratierra.


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